Había una vez dos ratoncitos y dos hombrecillos que vivían en un laberinto. Estos cuatro personajes dependían del queso para alimentarse y ser felices. Como habían encontrado una habitación repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen día el queso desapareció.
Con esta sencilla fábula aprenderemos a adaptarnos a un mundo en constante transformación, y a entender que las fórmulas que en un momento sirvieron pueden quedar obsoletas con el paso del tiempo.