Artista extraordinariamente prolífico, Norman Rockwell (1894-1978) pintó en torno a 4.000 cuadros a lo largo de su vida, sin contar una extensa lista de encargos editoriales, comerciales y publicitarios. Su muerte en 1978 se consideró como la pérdida de un icono nacional, la desaparición de un artista que celebró, como ningún otro, el sueño americano. Rockwell, quien rehuyó la experimentación y las técnicas vanguardistas y apostó por una composición efectiva y por temáticas con las que el público pudiera identificarse, creó pinturas de espíritu hogareño repletas de valores morales que mezclaban lo cotidiano y accesible con el deseo y las aspiraciones. Pulcros, pintorescos y normalmente joviales, entre los temas que pintó figuran aulas escolares, escenas de bailes de graduación y festejos del Día de Acción de Gracias. Asíduamente ilustró los calendarios y las portadas de la revista The Saturday Evening Post, además de las primeras páginas de la publicación Boys' Life editada por los Boy Scouts of America, una de las mayores organizaciones de jóvenes exploradores del país. Rebosante de optimismo y patriotismo, su obra pone en primer plano profesiones clásicas como la de médico o maestro, así como los valores conservadores del ejército, la familia y la religión. Elogiadas por el expresidente de los Estados Unidos Gerald Ford como "una parte muy querida de la tradición estadounidense", las obras de Rockwell reflejan tanto su talento artístico como la historia de los Estados Unidos del siglo XX. Este nuevo libro de TASCHEN reúne pinturas e ilustraciones clave de su alegre y evocadora obra junto a otras menos conocidas que abordan una realidad más sombría y que, en su conjunto, permiten entender a un artista puramente norteamericano, así como los valores y los ideales que propiciaron su éxito