Gabriela Pinilla ha hecho una bellísima hagiografía ilustrada de uno de los personajes más fascinantes de la historia política del país, la gran María Cano, pionera de la lucha sindical y obrera, cuya figura misma parece reunir todas las claves de una reflexión pendiente sobre las relaciones entre estética y activismo en Colombia. En el relato de Pinilla vemos claramente que para María Cano las energías políticas y la sensibilidad, la organización de los trabajadores y una cierta disposición poética y performativa eran parte de una misma tarea. Porque, en últimas, lo colectivo, lo común, sólo puede darse mediante un arrebato de los espíritus. -Juan Cárdenas