A la sombra de la casa y bajo el sol, a la orilla del río y junto a las barcas, a la sombra del bosque de sauces y el huerto de higueras, creció Siddhartha, el hermoso hijo del brahmán, el joven halcón, en compañía de Govinda, amigo suyo y también hijo de un brahmán. El sol, a la orilla del río, fue bronceando sus claras espaldas durante el baño, las ablusiones sagradas y los sacrificios religiosos. La sombra se fue infiltrando en sus negros ojos bajo el bosquecillo de mangos, en el curso de sus juegos infantiles, al escuchar el canto de su madre, durante los sacrificios religiosos, al seguir las enseñanzas de su padre, el sabio, y las pláticas de los maestros.