Soy una herida abierta es el primer poemario de la poeta Laura Alejandra Ruiz Gómez quien pone en sus versos la rebeldía de mantenerse viva contra todo pronóstico: un país que tiene como hábito la muerte, una generación depresiva ahogada por las obligaciones, y el propio peso autodestructivo de los sentimientos. Puesto así parece un poemario triste, pero no lo es. Aunque los versos están impregnados por la nostalgia y, en ocasiones, por la frustración, la poeta encarna en sus figuras el constante deseo por la vida y la resistencia, haciendo evidentes sus pensamientos sobre política, feminismo y filosofía.
El poemario muestra un panorama político y social evidente con un lenguaje directo para ir llevando al lector herida adentro, hacia otros dolores menos obvios con versos contundentes que juegan a volver sensorial lo intangible, haciendo del cuerpo un escenario metafórico y real en el que la vida y la muerte confluyen.