Squirt, la primera publicación de María Garzón, es el segundo número de la colección Ya es hora. Este poemario, tan necesario, está en el cuerpo, lo habita, lo toca, lo expulsa. Squirt nombra lo que normalmente no se puede nombrar y luego lo lanza como un
escupitajo en el rostro. Las mujeres de este libro dicen
groserías, lamen las paredes, ven porno, no quieren disculparse, hablan de lo que ha sido anulado, negado, violentado: sus vellos, sus ciclos menstruales, sus cólicos, sus abortos.
Los poemas de Squirt son manotazos, así de secos. Hacen un sonido que dura el tiempo de palmada, luego se callan.
María Paz Guerrero
Para aprender a lamer de esta manera, para aprender a escupir, María Garzón ha tenido que olvidarse de las palabras, escribiendo no sobre el cuerpo sino a través de él. Cada poema de este libro es un cuerpo intraducible, opaco como un pulpo, dolorosamente sensorial. Lo encuentro un mejor título que Squirt
para expresar lo que esta poeta está haciendo con el lenguaje. La manera tan personal con la que arroja sus memorias. Después de leer estos poemas sentimos que los límites son otros. También la identidad que le hemos dado a nuestros cuerpos.
Santiago Espinoza