Super-Beige está de vuelta y sigue decidido a salvar a la humanidad, aunque para conseguirlo necesita ser mucho más rápido, por eso su único objetivo ahora es aprender a volar. Todos los intentos por despegar terminan en desastre, pero Super-Beige no quiere recibir ayuda, está convencido de que un superhéroe tiene que actuar en solitario. Menos mal que tiene buenos amigos que le enseñarán que la unión hace la fuerza.