Este libro no es un ensayo sobre el feminismo. Es el testimonio de una mujer joven que cuenta, desde la rabia y el dolor, cómo la culpa ha moldeado, censurado y limitado el deseo y el placer femenino. No se agota en la denuncia. Narra con una honestidad brutal, libre de prejuicios, cómo las mujeres están luchando de manera individual y colectiva por su placer, y al hacerlo lo convierten en un ejercicio de liberación, resistencia y revolución. María del Mar reivindica las pajas y las fotos desnudas como una manera de que las mujeres se conozcan, y proclama a voz en cuello que nuestros cuerpos no pueden ser motivo ni de vergüenza ni de castigo ni de chantaje. Nuestros cuerpos son una herramienta de placer y el placer es un derecho fundamental para nuestras vidas.