Ya es de noche. Todo está oscuro. Pero ¿realmente es así? En cuanto los ojos se han acostumbrado, podemos intuir que hasta en la oscuridad más absoluta hay luz.
Entremos en el bosque sombrío, sumerjámonos en el oscuro mar, y recorramos una ciudad despierta, incluso de noche, para sorprendernos con todo lo que brilla.