Cecilia Pavón transita con total impunidad entre los detalles más insignificantes de la vida cotidiana y aquellos canónicamente considerados propios del arte y de la literatura, dejando ver las continuidades, a veces imperceptibles, entre ambos. Y en este ir y venir que borra límites y fronteras construye Todos los cuadros que tiré, un libro de relatos hecho de inmoladas confesiones, fugaces apuntes en libretitas olvidadas y declaraciones de principios estéticos y políticos. La inevitable consecuencia de una artista que vive su vida como una obra de arte.