Conejo y Erizo se encuentran casualmente por primera vez en el bosque Cuenco, a la orilla del río Tan Tan. Conejo no puede creer lo que está viendo: ¡Una criatura cubierta de púas! Erizo piensa que sus afiladas púas, una vez caídas, son mucho más útiles que los esponjosos pompones de pelo de Conejo. El cual no está de acuerdo. ¿Quién tendrá la razón? Para salir de dudas, deciden hacer un sencillo juego en el mercadillo Será el comienzo de una inseperada y bonita amistad.