Francois Ost realiza un estudio amplio de la preminencia que tiene, desde la antigüedad y hasta nuestros días, la necesidad de la traducción a raíz del problema desatado con la multiplicidad de lenguas en la torre de Babel. Una vez superada la alternativa costosa de la lengua única o el repliegue a los ideolectos, distingue el surgimiento de un paradigma de la traducción, acorde a un mundo que se piensa en términos de redes y comunicación. Explora los fundamentos míticos del paradigma, los giros históricos, las fronteras conceptuales y los presupuestos lingüísticos; luego, deduce las directrices metodológicas y las implicaciones éticas para, finalmente, plantear las condiciones políticas para su implementación.