Una antología de textos sobre literatura francesa celebra la entrada en la Académie Française del premio Nobel hispanoperuano.
Mario Vargas Llosa no ha sido el último, pero sí el más consecuente afrancesado. Sus mitos literarios y el dinamismo de la vida intelectual en Francia lo sedujeron hasta el punto de que siempre creyó que sus posibilidades de convertirse en escritor dependían de llegar a París y aclimatarse en un ambiente que otorgaban a las artes y al pensamiento un lugar privilegiado en la vida de las personas. Las novelas de Alejandro Dumas y Gustave Flaubert le abrieron la imaginación y lo inclinaron hacia el realismo literario, y las ideas de Sartre, Camus, Bataille, Raymond Aron y Jean-François Revel le dieron una imagen de lo que debía ser un intelectual público.