MELINA BARRERA / IL. YUYIS MORBIDONI
Isabel tiene una rutina que cumple al pie de la letra: los jueves a las cinco de la tarde, peinada y vestida con esmero, saca la porcelana del vajillero y pone una mesa elegante debajo de una pérgola perfumada de rosas y jazmines. Ordena cada pieza del juego tal como le enseñó su abuela Ana. ¡Hasta parece que escucha su voz! Así recibe a sus amigas, tan coquetas como ella, para tomar el té. Pero algo falla: de pronto ese hábito parece aburrirlas (o
les resulta aburrido). Isabel bosteza. Un bostezo enorme, inesperado, fuera de lugar en una mesa tan delicada. Y es entonces, con el bostezo, que se produce la magia. La rutina se disuelve como un terrón de azúcar, y la anfitriona y sus amigas descubren las maravillas que escondía aquel juego de tazas (¿lo sabría la abuela Ana?).
Un cuento sobre los rituales, la irrupción del juego y la espontaneidad que, de yapa, incluye la receta de los scones que cada jueves cocina Isabel.