Once maravillosos creadores, que forman un equipo de ensueño, se prestan a ilustrar algo tan importante como los diez primeros Derechos del Niño, de 1959, base de los derechos que recogerá la Convención de los derechos del Niño de 1989. Un proyecto que busca hacer un potente recordatorio visual a unos principios que todos deberíamos tener tatuados en la memoria y en nuestra educación cívica.