He aquí la historia de Lautaro Hans. Lugar indeterminado. Años setenta. O quizá el lugar es el Polo Norte y el año, indeterminado. Poco importa si hablamos de fotografías en las que el tiempo se detiene y muestra la parálisis del hombre. Así son las instantáneas que el tío Mel y luego toda la familia de Lautaro Hans toman de él y de sí mismos antes de que todo desaparezca; y a su vez la vida fluye en las largas tardes de infancia, dibujando en las hojas, recitando la lección de geometría o imaginando nuevos horizontes.
Un oso polar es un relato curioso sobre un personaje insólito dentro de una saga desgranada en imágenes. Es también un viaje al frío y a la muerte, una oda al tiempo y a la necesidad de aprisionarlo.