El tándem texto-ilustraciones es la clave para que Uno, dos, tres, ¿qué ves? se convierta en uno de los libros favoritos de los primeros lectores. La sucesión de personajes que desfilan por sus páginas en diferentes situaciones, actitudes y con distintas apariencias, permite que las niñas y los niños aprendan a reconocer imágenes y palabras. La rima, el ritmo y la musicalidad se mantienen de principio a fin, incluidas la portada y la contraportada. Además del juego fonético, también destaca la estructura, encadenada y fácilmente reconocible: cada conjunto de palabras finaliza con la introducción de un nuevo personaje que da pie a la serie siguiente, y así sucesivamente. Lobos y cerditos, ratones y conejos, gatos y perros, búhos y osos son parte de la fauna invitada a este divertido y disparatado encuentro de amigas y amigos. El tono lúdico, el humor y el colorido de unas originales ilustraciones con trazos gruesos contribuyen al atractivo de la obra. El formato, en cartón duro y con esquinas redondeadas, está enfocado a que el público infantil se relacione intensamente con el libro: que sea manejable, que pueda pasar las páginas con facilidad, que lo tenga como un objeto e incluso un juguete más.