Nuestros vecinos están por todas partes: al lado de nuestra habitación, encima del comedor o debajo de nuestra cocina. Lo más frecuente es que sean un misterio; una presencia tan solo detectada por ruidos indescifrables, pisadas o, tal vez, una puerta cerrada. Este libro explora las formas en que nos imaginamos su existencia (y la nuestra) mientras son unos desconocidos, y nos impulsa a tomar la valiente decisión de conectarnos con ellos.