Tras obtener su maestría en psicología clínica, Dasha Kiper se ausentó de la escuela y comenzó a cuidar a un sobreviviente del Holocausto con Alzheimer en etapa intermedia. Durante un año, vivió con la tensión emocional de cuidar, y aprendió de primera mano lo desconcertante y doloroso que puede ser cuidar a una persona cuya condición ignora descaradamente las reglas del tiempo, el orden y la continuidad. Basándose en la década posterior que pasó asesorando a cuidadores de pacientes con demencia, Kiper ofrece un enfoque completamente nuevo para comprender la relación entre los pacientes y quienes los atienden. En estas historias conmovedoras pero nada sentimentales de padres e hijos, esposos y esposas, Kiper disipa el mito del cuidador perfecto. Apoyándose en una amplia gama de investigaciones cognitivas y neurológicas y tomando prestado de la filosofía y la literatura, Kiper explora los dilemas existenciales creados por esta enfermedad: un hombre cree que su esposa es una impostora; las amistades imaginarias de una mujer con autores famosos abren una brecha entre ella y su devoto esposo; El trauma de la infancia de otra mujer surge para atormentar a su hijo; la repentina e intensa piedad católica de un hombre provoca a su esposa. Por más dolorosos que sean estos conflictos para los cuidadores, resolverlos tiene su propio costo. Para encontrar la paz, los cuidadores intentan caminar por una línea increíblemente fina entre reconocer lo que la enfermedad le ha quitado a alguien a quien aman y reconocer lo que le ha dejado.