Uno de los grandes problemas que ha traído consigo la proliferación de discursos en las redes sociales es que pareciéramos vivir en un mundo en el que todos hablan y nadie escucha. El torrente de información que circula frente a nuestros ojos cada día, sea verdadera o falsa, cohíbe la posibilidad para sopesar el contexto, el trasfondo y las implicaciones de aquello que leemos. En este universo colmado de noticias, Margo Glantz realiza un recorrido por el mundo y por sus emociones (tanto las profundas, eco de la memoria, como las banales, prurito cotidiano), y nos muestra a través de un mosaico ora trágico, ora cómico, ora conmovedor, ora espeluznante, la compleja tarea que tiene ante sí el individuo que quiera instalarse en el mundo y, peor aún, comprender lo que sucede en su entorno.