62/Modelo para armar es el summum del trabajo cortazariano; un modelo literario en el cual «la transgresión deja de ser tal», y en el que el lector también deja de serlo para convertirse en una parte activa que va destejiendo imagen tras imagen, frase tras frase, con el fin de descubrir el hilo conductor del relato, y dar forma y figura a los personajes.
62/Modelo para armar es la consecuencia directa del capítulo 62 de Rayuela: hacer un libro en el que se rompa el tiempo y las conductas ordinarias descubran lo fantástico. «Todo sería como una inquietud, un desasosiego, un desarraigo continuo». Así, la obra igual transcurre en Londres, París o Buenos Aires, y los personajes en una misma secuencia pasan del diálogo al monólogo. A cada lector le corresponde la grata tarea de unir pieza tras pieza hasta conjeturar este 62/Modelo para armar.