ANDREA SERNA / IL. JUAN CAMILO MAYORGA
Hay bestias y amigos imaginarios que es mejor no despertar, a menos que estés dispuesto a jugar con ellos y tomarte la ciudad.
A veces, de mi bota
surge una terrible bestia.
La mayor parte del
tiempo reposa tranquila.
Pero cuando oye decir:
"¡No!"
aparecen sus largas
y peludas patas.