Pocos artistas son tan conocidos y populares entre el público general como Cézanne, incluso si los temas de sus obras continuaban adoptando la forma canónica empleada desde el Renacimiento: retratos, estudios de figuras, paisajes y bodegones. El modo en que el artista transformó estos motivos tradicionales en una forma totalmente nueva de pintura es uno de los grandes logros del arte moderno, debido en su mayor parte a Cézanne.