Este libro es una suerte de refugio necesario para poner en orden algunas ideas en torno a una realidad paradójicamente sobrecogedora en la esfera cotidiana, pero igualmente inadvertida como objeto de reflexión académica. Con esta forma particular y solitaria de evasión de una vorágine laboral que ha avasallado por años al autor, se ha pretendido descorrer el velo de una singular verdad construida sobre el imperativo de la felicidad en la esfera del trabajo de Medellín. Se trata de entrever el irresistible trasegar histórico de cierta pedagogía que, valiéndose de disciplinas como la medicina, la psiquiatría, la psicología, la ingeniería y la administración, entre otras, se ha propuesto impulsar un conjunto de conductas, estados emocionales positivos y socialmente aceptados. Así, esta obra también puede ser vista como la denodada expresión de un ocioso itinerante, consumado y no del todo satisfecho con sus ocupaciones diarias. Es también un ejercicio personal, aunque de carácter académico, dirigido a diseccionar las racionalidades, es decir, los modos de organizar y los medios desplegados para obtener un fin determinado, que han operado detrás del trabajo motivado, satisfactorio y feliz.