Una novela polémica que plantea preguntas, a la vez incómodas e iluminadoras sobre Jesús, su vida y su teología. ¿Quién es el nuevo Dios, primero hebraico y luego cristiano, que quiere la sangre, la muerte, para que sea restablecido el equilibrio de un mundo que solo de sus leyes se nutre? ¿Cómo puede la nueva ley ser ley de Amor si aún pesa sobre el hombre la condenación eterna? ¿Cómo puede pensarse criatura divina digna de la inmortalidad el hombre, si durante toda su existencia debe someterse a una ley de terror que preexiste y es exterior a él? ¿Por qué debemos temer el castigo eterno cuando el castigo, para él justo, debería ser en esta, nuestra vida?
Esta novela que tanto sorprendió al mundo católico presenta una visión distinta, mucho más terrenal, de los hechos relativos a jesús.