El propio Finley se encarga de describir la naturaleza de esta obra; es, dice, "el retrato de una sociedad, fundamentado en la lectura minuciosa de la 'Ilíada' y de la 'Odisea', apoyado por el estudio de otras sociedades para elucidar ciertos puntos oscuros de los poemas". Libro polémico en el ámbito de los estudios homéricos, combina las nociones de la moderna antropología -e incluso de las ciencias sociales- con el acervo del conocimiento clasicista; así, Finley se propuso desde un principio redactar un texto complejo, pues complejos son los problemas planteados por esos "puntos oscuros" de los textos homéricos. La vida ortodoxa, que sostenía el carácter íntegramente micénico del universo homérico, fue liquidada por los desciframientos de las tablillas micénicas y por la arqueología. Así, la filología y la investigación directa terminaron por darle la razón a M. I. Finley, quien sostenía desde la primera edición de 'El mundo de Odiseo' la naturaleza plural de los poemas. La discusión no está cerrada; pero un libro como éste resulta el mejor instrumento para la meditación y la investigación.