La escritura es catarsis, reflexión y magia. Es reveladora. Contiene la llave de ese cofre del tesoro que todos poseemos, a menudo sin ser conscientes de ello. Funciona como bálsamo durante y después del malestar, te ayuda a entender las causas y los motivos, te da las claves para materializar tus deseos. La escritura te abre la puerta a lugares desconocidos de ti.