Han pasado casi cuarenta años, y en mucho este libro conserva su actualidad y su frescura: una mujer de estas tierras, culta y querida por todos, una escritora, una maestra, impartía cátedra y esa cátedra daba buenas cosechas, alimentaba el alma de los jóvenes maestros y maestras y, por tanto, los niños tenían esperanza. Su tono coloquial y sencillo, sin pretensiones, así como era ella, hace que esta guía se lea como una buena historia y siga provocando el deseo de internarse en esa ruta por la literatura de todas las épocas, la de buena cepa, la que no deja de sorprender y de instaurar en el mundo la maravilla.
Claudia Ivonne Giraldo.