No es seguro que Argenis vaya a dejar de decepcionar a quienes lo rodean, aunque haya sido enviado a Cuba para alejarlo de la heroína y desintoxicarse. Una recaída lo empuja a vender lo poco que le queda y lo separa de Susana. Ahora, gracias a la amistad con el entrañable Vantroi, el apoyo de su tía Niurka y un pasaje de vuelta a Santo Domingo, donde su padre recién ha ganado las elecciones, tiene la oportunidad de retomar su carrera como artista y marcar un punto de quiebre en su vida. En Hecho en Saturno aparecen ante el lector dos islas y un mismo desencanto.