He amado Estambul bajo la nieve, la mezquita de Sinan como montes con picos nevados, la he visto divertirse en verano y tomar el fresco en las plazas y en los cafés. La ciudad sobre el Bósforo no es nunca la misma ciudad, como todas las grandes antiguas capitales es muchas ciudades en una, pero siempre me he sentido muy «en casa» y es raro encontrar a un pueblo más hospitalario que el de los estambulitas. (Stefano Faravelli)