Este es sin duda el libro más perturbador que ha escrito Chantal Maillard hasta la fecha. En él se enfrenta a los grandes temas sobre los que la humanidad lleva interrogándose desde el principio de los tiempos. El nacimiento, el dolor y la muerte, los dioses y su ausencia, la relación de nuestra especie con los demás seres vivos, la maternidad y el suicidio, la culpa y la inocencia, el juicio y la creencia. Todo ello girando en torno al eje de una primordial violencia que todos padecemos a la vez que infligimos. ¿Cómo compadecer, considerando el crimen?, se pregunta la autora. ¿Y cómo no compadecer, considerando el hambre?
Las tradiciones orientales y del mundo clásico griego están una vez más presentes en esta escritura que parece sin embargo surgir siempre del cuerpo, de la experiencia vivida en busca de una libertad imposible y de una clarividencia que despierta temor por lo que pueda llegar a comprender.
«En todas las tiranías la inteligencia es la fruta prohibida», afirma Chantal. Y también «Con qué facilidad se traduce el miedo en conveniencia». Valor e inteligencia son necesarios para adentrarse en este libro, del que ninguna página le dejará indiferente.
Medea anuda la cuerda en la rama del árbol seco.
¿Qué vas a colgar de esa cuerda? pregunta el más joven de los hijos.
Lo que amo contesta Medea.