Susan Sontag escribió La enfermedad y sus metáforas en 1978, mientras se trataba de un cáncer. En el libro quiso demostrar cómo las metáforas y los mitos acerca de algunas enfermedades, en especial del cáncer, añaden más dolor al sufrimiento de los pacientes y a menudo les frenan en la búsqueda de tratamiento adecuado. Desmontando esas fantasías, Sontag lo muestra como lo que es: simplemente una enfermedad, que no es una maldición ni un castigo, ni siquiera algo de lo que avergonzarse, y que además es, si se sigue el tratamiento adecuado, curable en buen grado. Casi una década después, con la irrupción de una nueva enfermedad estigmatizada y transida de incertidumbres y «fantasías punitivas», Sontag escribió El sida y sus metáforas , extendiendo los argumentos del libro anterior a la pandemia de sida.