VIRGINIA WOOLF / IL. YELENA BRYKSENKOVA
Virginia Woolf siempre se sintió atraída por la idea del party, ese encuentro social donde se muestra la vulnerabilidad de hombres y mujeres que entre copa y copa dejan de ser quienes son para representar el papel que más conviene a la ocasión. Buena muestra de su interés es La señora Dalloway, una novela que se mueve al compás de la fiesta que está organizando una dama de la alta sociedad londinense.
Los siete relatos que componen La fiesta de la señora Dalloway son el complemento ideal de la novela, pues Viginia Woolf los escribió en el período comprendido entre 1922 y 1927, así que de alguna manera estos textos rodean y acompañan a La señora Dalloway, que se publicó en 1925.
«La idea del party la excitaba, y en la práctica era muy sensible a la exaltación de los sentidos, al fermento y al bullicio que implica una reunión social», comentaba Leonard Woolf hablando de su esposa, y este volumen quiere ser un homenaje a la gran escritora: aunque ella no pueda estar, la fiesta, su fiesta, continúa...
Reseñas:
«Imposible olvidar el impacto que produce descubrir por primera vez su elegantísima escritura, su finísima ironía, la hondura de los monólogos interiores, su feminismo lúcido y áspero, su auténtica curiosidad por el alma humana.»
Begoña Méndez, El Cultural
«Una de las inteligencias e imaginaciones más delicadas que ensayaron felices experimentos con la novela inglesa.»
Jorge Luis Borges
«Virginia Woolf sentó las bases de la novela del futuro.»
Jeanette Winterson
«Virginia Woolf hace con el lenguaje lo que Jimi Hendrix con la guitarra.»
Michael Cunningham
«Acabé queriendo leer y releer todo lo que Virginia Woolf había leído y sobre lo que había escrito.»
Ali Smith
«[Una escritora] extraordinaria, más novelesca que sus novelas.»
Victoria Ocampo
«Virginia Woolf sostuvo la luz de la lengua inglesa contra la oscuridad.»
E. M. Forster
«Qué escritora más inmensa, más severa y rotunda en su enfado de mujer harta de limitaciones.»
Antonio Muñoz Molina
«En la obra de Virginia Woolf se dieron unas cualidades heredadas y una voluntad inédita e irrepetible en la historia de la cultura inglesa.»
T. S. Eliot