En las setenta y cuatro mil palabras que componen este libro está Fernández: su más que decorosa carrera de futbolista amateur, con clímax frecuentes en canchas de barrio, no se sabe si debido a su talento o a la ineptitud de sus rivales, y desgracias épicas e inanes; las mujeres, y ahí la timidez, la devoción, la lujuria, la incomprensión, el descaro, la traición; su familia, un respaldo y un refugio pero también un peso; sus amigos, los esfuerzos por afianzar a unos y desmarcarse de otros; su lucha por no morir de hambre, inmerso en ella a desgano, siempre con más decepciones que alegrías... Fotos de una vida que, al comienzo dispersas, conforman al final un universo tragicómico en el que solo hay una certeza: Fernández acaba cumpliendo con la inexorable ley del ex.