En 1939, como los alemanes de París, Benjamin fue internado en un campo de «trabajadores voluntarios» en Nevers. Liberado gracias a la intervención de sus amigos, regresó a París hasta que llegaron las tropas de la Wehrmacht. Entonces huyó hasta Marsella, e intentó embarcarse hacia Estados Unidos. Su viaje llegó hasta el puesto fronterizo español en PortBou, donde, amenazado con ser entregado a la Gestapo, se suicidó. Esta historia se entrelaza con la del poeta Ezra Pound, exiliado en la Italia fascista. En Roma se encuentra con Mussolini para ponerse a su servicio, pero éste le rechaza, convencido de tratar con un espíritu perturbado. Detenido en 1944 por los estadounidenses, condenado por traición, fue encerrado en Pisa en una jaula, antes de ser internado durante trece años en su país.