A principios del siglo XX, los habitantes de los Cárpatos llevan una vida sencilla. Hasta que estalla la Primera Guerra Mundial. Piotr Niewiadomski, mozo de cuerda analfabeto, católico y dócil súbdito imperial, cuya máxima aspiración es conseguir una novia con dote y ser empleado del ferrocarril, es reclutado para luchar en un conflicto que apenas entiende. Su desconcierto, y no la contienda propiamente dicha, es el eje en torno al cual gira La sal de la tierra, la obra maestra de Józef Wittlin, que se lee, gracias a su sugerente tono irónico, como un singular alegato contra la guerra y un hermoso homenaje a la grandeza de la gente humilde. La sal de la tierra debía formar parte de una trilogía, Novela sobre el paciente soldado de infantería, que el autor no llegó a concluir; al parecer, la maleta que contenía los borradores se perdió por el exceso de celo de un soldado frances al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Esta edición, además de presentar una nueva traducción de La sal de la tierra, incluye un fragmento de la segunda parte de la trilogía, Muerte sana, así como varios textos del autor que contextualizan la obra y un posfacio del crítico polaco Wojciech Ligeza, experto en la obra de Wittlin.