Glayino, Carrasquera y Leonino se han enterado de su parentesco con Esquiruela y, por tanto, de que podrían no ser los tres poderosos que menciona la profecía. Sin este propósito guiando el curso de sus vidas, se sienten a la deriva. Leonino está decidido a usar sus habilidades guerreras para descubrir la verdad y, después de unirse a la misión para encontrar a Solo, será testigo de acontecimientos que lo afectarán profundamente. Carrasquera está conmocionada y se dejará llevar por la ira, actuando con descuido, lo que tendrá consecuencias trágicas. Glayino, decidido a saber la identidad real de sus padres, deberá usar sus dotes detectivescas para discernir la verdad entre tanta mentira.