Blef está muy triste. Su amiga Droy se ha marchado a otro planeta y no tiene ganas de nada. Solamente de llorar.
Un cuento que nos da permiso para llorar, para estar tristes y dejarnos cuidar por otras personas cuando nos sentimos mal. A través de esta historia podremos acompañar a l@s niñ@s en su tristeza de manera respetuosa.