PATRICIO LANDAETA MARDONES / JOSÉ EZCURDIA CORONA
¿Cómo enfrentar, desde el sur global, los desafíos que nos fuerzan a pensar y actuar en condiciones de emergencia? ¿Qué herramientas esgrimir ante una crisis polifónica, donde resuena el avance galopante de una ultraderecha con una crisis ecológica que golpea paralelamente subjetividad, sociedad y medio ambiente? ¿Cuál es la marca geopolítica específica de nuestro quehacer ante problemas que desbordan los límites del saber? Estas interrogantes tensionan la recepción de la obra de Deleuze y Guattari, tornando crucial articular el análisis del presente con propuestas que rompan el cerco epistemológico de los diagnósticos críticos del capitalismo. La apelación reiterada a pensar interdisciplinariamente el complejo escenario del Capitalismo Mundial Integrado apunta en esa dirección: no necesitamos instrumentos cada vez más precisos, necesitamos romper los límites de una imaginación domesticada que experimenta el presente delirante -el control, el monolingüismo económico, la devastación ecológica, los neofascismos- como la expresión inevitable de un destino aciago.
Algo resulta evidente, el capitalismo salvaje no se debilita: se fortalece con el diagnostico de las crisis que acompañan su devenir actual. Necesitamos, por ello, un pensamiento colectivo capaz de resistir la desesperanza crítica y reconfirgurar una matriz clínica para responder entre todes al porvenir que llama a la puerta.