"Es cierto: Rivas posee una de las plumas narrativas más interesantes que hay hoy en Colombia, muy por encima de muchas de las celebridades inventadas por el mercadeo", Darío Jaramillo Agudelo.
Cada uno de estos relatos nos pasea por escenarios que no existen sino en la desmesurada imaginación de su autor: Rivas es un escritor exquisito y la suya es una sofisticación que apela a lo popular y a lo culto, al melodrama y al cine, a la vida del barrio y a la de los salones en donde entran pocos. Si usted quiere un libro para reír y llorar al mismo tiempo, no dude, lea de inmediato Malabarista nervioso.
"Puedo hacer fácilmente una lista de las cualidades de la prosa de Rivas: la austeridad y limpieza, la profundidad que no necesita ponerse un disfraz solemne, el humor, la ternura, la hijueputez en su justa medida... Pero, más allá de todo, achaco la solidez universal de sus escritos a un fenómeno concreto. Eso no tiene nacionalidad. Estamos ante un método de extracción
minera que solamente se consigue con mucha sensibilidad y un talento fuera de lo común".
Andrés Burgos
"Dije que Rivas es antioqueño pero no estoy seguro: lo deduzco del idioma que usa, enriquecido con localismos muy expresivos; lo deduzco por la forma como habla de Medellín y de Envigado. Se trata de una escritura que proviene de la oralidad pero que es consciente del ritmo narrativo de lo escrito; una escritura que puede hacer arte mientras deshace las frases hechas y emite juicios y cuenta en primera persona historias, escenas cotidianas de cosas que le han sucedido. Esto último lleva al lector desprevenido y divertido a una identificación con el yo del narrador, lo que abre las vías de un humor desopilante, crítico y, a veces, propenso a la carcajada.
Darío Jaramillo Agudelo