Una bellísima evocación de episodios de la infancia en Florencia en los años de la guerra y la inmediata posguerra: un gato de peluche, la detención del padre tras el asesinato del intelectual fascista Giovanni Gentile, el abuelo editor, los soldados americanos vistos desde una ventana, la primera lectura de Proust con trece años, los secretos vínculos con Kafka y Pasternak, el descubrimiento del eros en unas ilustraciones de Orlando furioso de Dore, un par de cafes y una droguería, las figuritas del pesebre en el salón de casa, el olor del polvillo de los escombros de Por Santa María, la decisión infantil de llamarse Meme Scianca