Para cuidar nuestra salud debemos tener una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y tener relaciones sociales sanas. También tenemos que saber cuidar del espacio que nos rodea, y eso no es únicamente tarea de los profesionales de la arquitectura. De esto trata la salutogénesis, no trabajamos para mejorar la salud cuando hay enfermedad, sino que trabajamos la arquitectura para mantener ese estado saludable que nos caracteriza. Muchas personas que preguntan: "¿Crees que entenderé tu libro?" Les cuento que yo hablo de Neuroarquitectura para que se entienda y se sepa que no es magia, ni es un producto del marketing (o no debería serlo). La arquitectura hecha con amor y cariño siempre será buena, y obviamente "todo es neuro" (sin "neuro" no hay transformación de la sensación en percepción, no hay ideas, no hay constructos ni interacciones). Con eso de "neuro" me refiero impacto que el espacio tiene en nuestro cuerpo en el tuyo y en el mío. Como ya sabéis, siento que la Neuroarquitectura no es una disciplina sino una perspectiva, y es la que comparto con vosotros.