Dos neologismos atraviesan este libro fulgurante. Factiche, mezcla virtuosa de hecho y fetiche, señala aquello que fabricamos con nuestras manos y sobrepasa a la vez nuestro poder de acción individual. Iconoclash suspende el gesto crítico y permite analizar los peligros inherentes del antifetichismo iconoclasta que caracteriza a la modernidad. Con esa mezcla de audacia intelectual y humor que lo hace uno de los pensadores más destacados de la actualidad, Bruno Latour crea nuevas herramientas para comprendernos a nosotros mismos y reinstala la discusión con las otras culturas.