Arenas es un joven geólogo que recién ha asumido la responsabilidad de encontrar piedra caliza en un cerro de propiedad de una cementera en una ciudad costera. Cautivado por el mar, por las entrañas de la tierra, por los ritmos geológicos, el personaje central de esta novela se enfrenta a los retos técnicos propios de la exploración del terreno que le ha sido encomendado, al tiempo que intenta alimentar sus íntimos y solitarios anhelos estéticos, y que descubre, poco a poco, como si de un mineral escondido muy hondo se tratara, su amor por una mujer.