Al comienzo de la pandemia del coronavirus en Colombia, en marzo de 2020, el escritor Álvaro Robledo quedó atrapado durante tres meses en un lugar junto al mar, que le había servido como inspiración para Que venga la gorda muerte, una de sus novelas. Desde allí, con un duelo a cuestas y el mundo preguntándose cuál sería su probable destino, escribió esta novela sobre lo real.
Si la literatura que queremos es aquella capaz de tocar el corazón de las cosas, en Viejos pactos Álvaro Robledo palpita en cada una de sus páginas: de la infancia de un niño en la Bogotá de los años ochenta a la adultez de un hombre solo que hace un balance imaginario o real de su propia vida mientras mira el mar.