CARLOS CASARES / IL. XULIO MASIDE
Cuando se publicó en 1967, Viento herido causó un auténtico terremoto en el panorama de la literatura gallega, a la que hizo entrar en la modernidad. Estamos ante relatos brevísimos, descarnados, gobernados por la brutalidad, el fatalismo, el infortunio y la violencia. Un grupo de niños tortura a otro en un despiadado juego de guerra. Un anciano observa cómo pasan los días mientras espera la muerte. Tabernas donde se vengan fantasmas del pasado. La nostalgia de un amor perdido. La huella del tiempo posada en objetos familiares. La tristeza de un domingo por la tarde. Ritos de paso entre la infancia y la edad adulta. Alternando el monólogo interior con la narración en tercera persona, Casares retrata personajes desesperados, siempre faltos de una voz que los saque de la monotonía, ciegos, enfermos y víctimas de amores imposibles. Con ecos de Kafka, Faulkner, Pratolini, Pavese, Duras y del realismo mágico de Rulfo, estamos ante un hito de la literatura del XX.
Un libro de relatos magistral, desinhibido, intenso, dotado de un crudo lirismo. El deslumbrante debut de uno de los autores claves de la literatura gallega del último siglo.