El nacimiento de Carlos Gardel es un misterio, pero su muerte es irrefutable: explosión de un avión en Medellín, 24 de julio de 1935. Jairo, el guapo cuchillero y protagonista de esta historia, llegó al mundo eso dice en el momento en que Gardel se hizo leyenda, el de la muerte. Su vida, entonces, se ata irremediablemente a la del cantante, a las historias, soledades y secretos que, inventados o no, marcan su propio destino
uno que parece contener el de un barrio y una sociedad enteros que, como el tango, van «cuesta abajo».
Aire de tango, ganadora del premio Vivencias en 1973, considerada la primera novela urbana de Colombia, narra al ritmo y el delirio de 13 tragos de aguardiente el barrio Guayaquil de la Medellín de los años cincuenta
«Un puerto sin mar», un mundo de desarraigos y tangos, de venganzas y pasiones, de bares, billares, oscuridades, «rodadas» y cafés; de cuchillos, poetas, prostitutas y de guapos dispuestos a morir o a matar.
Esta novela de Manuel Mejía Vallejo captura la esencia de un lugar, de un tiempo y de unos personajes ya desaparecidos. Alcanza la universalidad desde historias encerradas en cuartos, recuerdos, puchos de mariguana, licor y de esquinas llenas de violencia y búsqueda de amores en la noche.