Clarice no tiene una vida fácil. Tras largo tiempo lejos de su hogar, reemprende el camino de vuelta a su casa imaginaria, el lugar donde se siente protegida por sus recuerdos. Pero no puede llegar allí vestida de cualquier manera: ella sabe que es una reina y como tal debe presentarse. Su regio vestido, sus deseos y su imaginación la ayudarán a ponerse a salvo del mundo que la rodea. Y, por fin, podrá descansar.