Desde 2013, el escritor colombiano Andrés Felipe Solano vive con su mujer Soojeong Yi en un pequeño departamento del populoso barrio de Itaewon, en Seúl, donde se cruzan viejas familias coreanas, soldados norteamericanos, prostitutas del sudeste de Asia, musulmanes y matrimonios mixtos, como el suyo. En este libro, dividido en cuatro estaciones Invierno, Primavera, Verano, Otoño, Solano da cuenta de sus trabajos y sus días en Corea a lo largo de todo un año, y registra su vida en un mundo que está en las antípodas de su lugar de origen. Con una mirada que nunca pierde la elegancia, a veces con la actitud de un plácido flâneur, otras con la de un hombre desasosegado, habla aquí de su insólito trabajo como locutor en una radio coreana, de las infinitas y extrañísimas clasificaciones que tiene el sexo pago en aquel país, de los avatares de la relación de pareja, de los amigos y la familia que quedaron en Colombia y que se desdibujan de a poco, hasta construir un mural fascinante y magnético que se lee como un diario de vida y, también, como una crónica desde el centro mismo de un país tan lejano como desconocido.