Sabe a agua este metal sonoro,
esta cuerda que va del todo al todo,
mediodía de luz, medianoche del recogimiento,
sed saciada.
Quiere cantar la cuerda.
No es sólo la caricia de la nota en las maderas,
ni la resonancia entre la caja noble.
No es sólo acústica: quien levitó lo sabe.
Darío Jaramillo